viernes, 29 de septiembre de 2017

Endogamia social


Estamos ante una insensible e insensata endogamia social alimentada fervorosamente por mentes mediocres, llevadas por un sentimiento de individualidad competitiva. Nos enfrentamos ante una sociedad individualizada, carente de sentimiento e inconsciente de su capacidad para contagiar el clamor de esos humildes pensamientos que entrañamos cuando somos niños. Perpetran en nosotros, el sonido de esa fuerza mordaz, ajena y séptica de los postulados más egocentristas. Hemos sido capaces de desafiar la ingeniería pero también de seguir impasibles ante los malestares ajenos. Ante todo ello, nos encontramos en el deber de seguir sembrando esperanza, ya no solo en nosotros mismos, sino junto a quienes acompañamos a lo largo de nuestras vidas. No me importa la crítica a esta reflexión, no lo hago para convencerte, sino para desentrañar este triste sentimiento que desgloso en estas líneas. Despréndete por un momento de todas esas presiones, detente, quizás estemos viviendo y siendo, aquello que otros quieren que vivamos y, aún peor, seamos.